Jornada continua y habitos alimenticios

Explica muy bien el nutricionista Julio Basulto el perverso ciclo de mala alimentación que sufren nuestros hijos. Básicamente viene a decir que unos desayunos y almuerzos rápidos y azucarados en la mayor parte de los casos, influyen negativamente en el apetito del niño a la hora de comer. Y este este esquema se repite con la merienda y la cena. Recomendamos encarecidamente leer el artículo original aquí (con sus citas, datos y bibliografía).

Si, ya sé, los principales responsables de que los niños  desayunen adecuadamente y lleven almuerzos saludables al colegio son de los padres, como tiene que ser. Pero entonemos un mea culpa, por que las estadísticas no nos dejan bien parados. Y en un contexto de una jornada continua, con una mañana tan dilatada, ¿seremos los padres capaces de ofrecerles un mayor y mejor almuerzo a nuestros hijos?, con la partida con una pieza de fruta lo tenemos resuelto, tememos que con la continua no sería tan fácil, el ritmo de vida que llevamos no nos ayuda, y no parece que podamos hacer hueco para ese esfuerzo adicional. Estaremos dando una importancia mayor al almuerzo, una cantidad mayor, con calidad menor